Era el siete de agosto de 2010 , y aunque el optimismo
rebosante de todos por la entrada del nuevo gobierno estaba a la orden del día,
siempre advertí que el candidato Santos no me daba garantías, por ello me
abstuve de votar por él, siendo de los únicos Uribistas en no hacerlo, para
darme cuenta ya como presidente en ejercicio que todos mis temores se hicieron realidad.
La “reconciliación” y mejor amigo de las dictaduras
vecinas, la venta de nuestros valores democráticos a costa del comercio servil
e intereses vacios, el desmonte de la estructura de cooperantes, que ladrillo
sobre ladrillo construyó el Gobierno
Uribe, sobre la cual se entregó agonizante a las guerrillas terroristas y traficantes de
muerte (Inaudito), el apaciguamiento sembrado sin pudor desde la casa de Nariño
en nuestras Fuerzas Armadas, la solicitud de retiro del fuero militar de viva
voz por parte del mismo Santos, única defensa de nuestros hombres en combate,
la promoción de la legalización de las drogas por parte del mismo presidente de
la republica (Infame); pregunto: donde
quedaría toda la sangre derramada de
nuestros policías y militares en su lucha contra el narcotráfico?., sin hablar
de liberar a los carteles en pleno, y los billones de dólares y las miles de
vidas perdidas en esta lucha, creo que el presidente Santos quiere volver ahora a los carteles cadenas
de “farmacias”, droguistas, o farmacéuticos, o como ha bien tenga darles nuevo título.
Lo cierto es que estamos siendo sumergidos en la batahola
de sus ocultas inclinaciones, por las fuentes de lucha que dijo combatir como ministro de defensa y
que ahora invita a la mesa y se sienta a manteles siendo presidente.
Toso esto nos lleva
para estar acorde en la moda de la opinión, al “Carrusel Santos”, que no
es más que haberse ocultado en campaña bajo el poncho y el carriel de su mentor para
luego escupirlo apenas electo.
Para terminar en el descubrimiento que sin ser de ninguna manera parte de la plataforma política que lo eligió, mandó al lagarto de lagartos, el Senador Roy Barreras, a hacerle el mandado del marco de la impunidad para las Farc, mal llamado “Marco para la Paz,” que no es más que el documento mas abominable en la historia de nuestra vida republicana y el tapete rojo para que estos genocidas puedan reinsertarse sin Verdad, Justicia y por supuesto sin ninguna reparación, pero eso si con sus Derechos Políticos Intactos, esto quiere decir que si se eligió a Petro en Bogotá en el futuro podemos estarle diciendo alcalde a Romaña o Timo o a cualquiera del “ilustre secretariado”.
Con todo esto puesto en la cumbre de las Américas, los demás temas pasan a un segundo plano; allí en lugar de promocionar el país para su desarrollo se harán consultas para el Nobel, y el show de la “Paz”, el resto es adorno, por ello no es de extrañarse que pasada la cumbre hayan buenas noticias para las Farc.
Entonces el sueño de los colombianos que nos sentimos orgullosos de las políticas que rescataron al país, y el líder que las consolidó, nos engañan, y ahora el presidente que creímos el sucesor de ellas no descansa en su empeño de sepultarlas y borrar toda huella de que alguna vez hubo un país en camino de la victoria, y dejará su firma estampada como el hombre que devolvió de un solo tajo la nación a su época de mayor oscuridad.
PDTA: Cuando será que nuestro parlamento impulsará una Ley de Revocatoria Directa y Automática contra los mandatarios que en ejercicio, vayan en contravía de lo que en campaña los hizo electos. Para reflexionar.
Por @manoloparis_
No hay comentarios:
Publicar un comentario