Es imposible no creer que algo les pasa a los Bogotanos y antes de entrar a analizar el tema, no es de menor cuantía recordar todas las adversidades y desidia que ha debido padecer a lo largo de su historia política y administrativa, que parecía ser superada por las 4 mejores alcaldías que se recuerden, exitosas y continuas en el tiempo, una del Dr. Jaime Castro, dos intercaladas del Profesor Antanas Mockus, y una del Dr. Enrique Peñaloza, parecía que la “Atenas Suramericana” era posible, que podía revivir, florecer, resplandecer, muchos amigos que se exiliaron a ciudades de mejor modo y calidad de vida, regresaron, los bogotanos de nacimiento y los adoptados por la vida llegamos a sentir orgullo de todos los adelantos de la ciudad, como la Cultura Ciudadana, andenes para la gente, el autoavaluó, los megacolegios, los megajardines las ciclorutas, nuestro Transmilenio, parques, bibliotecas, zonas de recreo, infraestructura vial y peatonal, y sobre todo, lo que se generó alrededor de la tolerancia y la convivencia pacífica. Qué paso con todo eso?, no lo he podido entender o más que entender aceptar, ojalá al término de estas líneas siquiera lo hayamos podido comprender; porque me niego a creer que Bogotá lo acepte o se conforme. Escribo este punto de vista desde el análisis del ciudadano que adora la ciudad donde creció, se formó y dio oportunidades, desde esa óptica entro a analizar los hechos:
Hace mas de ocho años de la ultima alcaldía de Mockus, donde se dejó una ciudad en progreso constante de 10 años desde Castro, y con una visión clara de para donde iba y que quería, con las partidas listas para que en el 2015 se dieran por terminadas las obras de las Troncales de Transmilenio, e iniciar la Autopista longitudinal de Occidente “ALO” en lo que corresponde a Bogotá, para ello se terminaron de comprar los terrenos desde hace 4 años.
Todo lo anterior se vio frustrado, porque los Bogotanos en un arranque de romanticismo rebelde de izquierda, que ahora parece darles siempre en época de elecciones, le entregó sus destinos al ahora agonizante “Polo Democrático Alternativo”, que después de ocho años de gobierno y dos alcaldías, una mala y otra perversa, volvieron a caer por tercera ocasión en las mieles de hiel que ha traído la izquierda a la capital de la república. Es decir después de la intoxicación masiva de conciencias y recursos que se robaron en la jugada de corrupción más infame en la historia de la ciudad, Bogotá va por el Postre, y de nuevo elige a su estirpe, representada ahora en el guerrillero indultado del M-19 Gustavo Petro, que no es más que otro digno comandante de la colectividad que tanto mal le ha ocasionado a Bogotá y a la vida nacional durante décadas.
Petro se disfrazo de “progresista” y engaño al electorado, porque representa lo mismo que ha desangrado la ciudad durante casi una década, y se monto con todo su aparato abordo, por ello no puedo menos que bautizar el ultimo día de elecciones en Bogotá como el “BOBOTAZO” porque no nos caparon ni una ni dos veces, si no tres, de lo cual dirían los abuelos “se merecen su suerte”.
Sin extraviarnos del tema, les hago un pequeño resumen de donde debería estar Bogotá y donde se encuentra, para empezar hay 85 KM de troncal, a la fecha debería haber 385, Mockus dejó a la ciudad con 50 construidos y funcionando; para que vayamos analizando, es decir que además de las que hoy funcionan, ya deberían estar en operación la avenida Séptima, la Décima, la calle 26 completa hasta la circunvalar, y por lo menos en media operación la Avenida 68 e iniciando la Avenida Boyacá, y eso sin hablar de las intersecciones como la avenida calle 63 o la Sexta, o tampoco la obras al interior de los barrios que no les hacen una caricia hace mas de 10 años.
Espero me equivoque, pero me temo que la nueva alcaldía abandonará también a Bogotá y sus ciudadanos, para darle de nuevo cabida a sus intereses electorales en 2014, amparando y subsidiando con el dinero de todos, los intereses de unas clase populares que si bien es cierto merecen toda la atención, no son los únicos bogotanos, y que se entienda bien que esto no es una lucha de clases y de allí se aprovecha esta dirigencia de izquierda para apoderarse del futuro de la ciudad y matarlo, ya que se aprovecha de odios viejos y mentiras nuevas.
Ojala que este alcalde escuchara el clamor del setenta por ciento que no votó por el, que dejara su soberbia por una vez y dejara implementar políticas que sabemos son exitosas, pero es bien sabido que el solo escucha a su espejo, espero que los pedidos del Gobierno Nacional lo hagan reaccionar a favor de la ciudad, pero es una esperanza más que dudosa, el prefiere su omnipotencia “progresista” que tiene enterrada a la ciudad en el atraso sistemático.
Mi ilusión mas grande para Bogotá es que sea rescatada de la inoperancia, del sesgo político que la maltrata, que la está arruinando, que volvamos al camino de la ciudad moderna en que se estaba convirtiendo, no solo por su infraestructura si no por su cultura, veo a París donde vivo y quisiera llevarme muchas cosas para que las imitaran para bien de la ciudad, donde el tráfico es completamente intermodal, y se conserva la ciudad con su identidad a toda costa, identidad que Bogotá perdió bajo el polo de Petro y sigue sin ella en su Gobierno “progresista”; espero que cuando vuelva a vivir en ella sienta el orgullo que me dio la ciudad que parecía posible.
PDTA: Había una vez un metro pesado para Bogotá, el alcalde Petro dice que es ligero, y que no es un tranvía; ojalá eso no termine en un trolebús.
Por @manoloparis_