No son pocas las infamias que han sido cometidas contra los colombianos durante los quince años de dictadura del socialismo del siglo XXI en Venezuela, iniciada por el Presidente Hugo Chaves hasta su muerte, con pinceladas de teatro burlesco, y su heredero siniestro, el ventrílocuo de aves, Nicolás Maduro. Un sociópata con ego de dictador ejerciendo su papel con mayor eficacia de lo que todos los analistas pronosticábamos para estas alturas. Un ególatra de marca mayor, convencido de ser hijo del difunto "segundo libertador de las américas," que no era mas que un incendiario de nuestra Latinoamérica.
Pero mas allá de cualquier análisis sobre el infortunio del pueblo venezolano, al cual hemos apoyado y acompañado desde Colombia, (No el gobierno colombiano sino el pueblo colombiano) ahora el régimen adopta, la política de la agresión contra nuestra nación, y emprende directamente la persecución Nazi, contra nuestros connacionales, que de manera sistemática han sido perseguidos, expulsados, maltratados, encarcelados, y en algunos casos violados por la guardia nacional de Venezuela, como lo denuncia nuestro procurador general, y finalmente expulsados de territorio venezolano con la excusa de ser paramilitares que solo ve Maduro en su teatro delirante.
La desesperación del presidente de la asamblea nacional Diosdado Cabello, que ve su trono tambalear ante las ultimas encuestas, que apuntan a favor de la oposición democrática, y que bordea el 60% de favorabilidad y tan solo un 20% para el oficialismo, prendió todas las alarmas de la dictadura, y ante tan negro panorama, unido a los cargos que el gobierno Obama tiene para presentar contra el cartel de los soles, en cabeza de este nuevo capo del hampa en el país patriota, sienten pasos de animal grande.
Ante la derrota anunciada por las encuestas para las elecciones parlamentarias de diciembre, el régimen socialista de caracas, no tuvo otra que salir a redoblar tambores de guerra contra el de siempre, el país vecino que ha arropado a los venezolanos que han salido huyendo de la represión, inventando los cuentos de siempre contra un gobierno que solo infunde miedo a sus nacionales a través de la tortura ideológica y el chantaje económico en que hundieron esa nación, que esta virtualmente colapsada por el desabastecimiento y la inseguridad desbordada en todo el país.
Solo les queda esa, las cortinas de humo para llamar a la unidad del chavismo, un cadáver que ya enterraron hace varios años, putrefacto por este gobierno, que lejos del poder y carisma de su antecesor, no tiene mas que echarle la culpa de sus males a nuestros compatriotas que hicieron su vida legalmente en ese país, creando en la frontera los nuevos Balcanes suramericanos, no al otro lado del atlántico, sino entre nuestros pueblos, allí, a unos kilómetros de nuestras casas, para así la dictadura decretar unos estados de excepción, que le de poderes especiales para robarse los restos de la democracia que le quedaba a los venezolanos.
No hay antecedentes para la crisis humanitaria que desato el gobierno opresor de Nicolás Maduro, miles de colombianos expulsados huyendo de la represión de la cortina de hierro levantada en la frontera, los recursos del gobierno colombiano no dan abasto para tamaño desafío.
El gobierno Santos fue victima de su propio invento, apoyando una dictadura que protege los peores asesinos de nuestra republica, inclusive apoyando un puesto en el consejo de seguridad de las naciones unidas, hágame el favor, sin mencionar que se amangualo con el tirano para no dejar hablar en la OEA a María Corina Machado, líder de la oposición democrática en suelo patriota.
Ahí están los resultados de una política internacional fracasada, Una canciller que siempre ha parecido mas del régimen de Maduro que de la republica, ni siquiera pudimos lograr que los cancilleres de la OEA escucharan de nuestra voz la agresión del gobierno fascista, que dice ser socialista, pero que ataca a los mas humildes de ambas naciones. La chequera petrolera lo compra todo, le han dado un baño de su propia medicina al Presidente Juan Manuel Santos, el petróleo de la dictadura venezolana, es la nueva súper mermelada internacional, y ni hablar de agredir a Panamá, que nos cobró haberlos llamados "Paraíso de ya sabemos quien", se creían lideres regionales y no pueden ni organizar unas llamadas para unos votos.
Es supremamente delicado que la Paz de Colombia siga dependiendo de la garantía de un dictador, no puede ser que después de esta agresión siga siendo la dictadura venezolana un garante de un proceso de paz, que además poco y nada creen los colombianos.
Se maduró el tirano, y Colombia sigue durmiendo con el enemigo, que con los resultados de esta semana de los organismos diplomáticos y multilaterales, nuestra republica no solo se encuentra sola sino al parecer, indefensa.
Entre tanto, el socialismo del siglo XXI en Bogotá, que destruyo la ciudad, trata de volver a ser electa con la señora Clara López Obregón.
